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viernes, 14 de enero de 2011

Viaje de fin de curso

Antes de acabar bachillerato, en el año 2006, hice el viaje de fin de curso. Bueno, todo el mundo pensará... beber, bares, playa... Pues no. San Viator organizaba los viajes de fin de bachiller por Europa en vez de Salou, y dado que la mayoría éramos menores, pues ese tema fue algo complicado.

Eso sí, fue un buen viaje. La ruta era Vitoria-Paris-Disneyland-Canterbury-Londres-Brujas-Bruselas-París-Vitoria. Íbamos en un autobús amarillo de dos pisos porque éramos un montón, y en él pasamos muchas, pero que muchas horas.

Estuvimos alojados en hoteles normalitos, salvo el de Bruselas, que fue un Sheraton5* para poner buen fin al viaje. Es algo que no se me olvidará porque precisamente ese día celebraba mi 18º cumpleaños. Y también porque estuve en 3 países diferentes (léase, Inglaterra, Francia y Bélgica).

París me gustó bastante. Primero lo vimos desde el autobús, en tour guiado, y después un poco a pata. Estuvimos en los Inválidos, el Museo del Louvre, la catedral de notre dame, el arco del triunfo, la Madeleine, la torre Eiffel, el Senna... Allí estuvimos el primer y el último día, que es cuando yo dije "de aquí no me voy sin subirme a la torre Eiffel". Y dicho y hecho.

El arco del triunfo en París (la foto está sacada desde el bus).

Delante de la Torre Eiffel. Me saqué una foto yo sola pero "se borró" por arte de magia de la cámara.

La catedral de notre dame...

El segundo día fuimos a Disneyland París, que no era lo que yo esperaba. Me pareció más pequeño que Port Aventura (nos lo recorrimos enseguida), había muy pocas atracciones enfocadas a mayores de 10 años (cosa comprensible) y todo era muy, muy caro. Sin embargo habían cuidado cada detalle y la verdad es que el parque estaba precioso y volvería a ir sin dudarlo. Además nos pudimos sacar la foto con Mickey Mouse, que más queremos.

Disneyland París, y el tren de la mina.

En el país de las maravillas de Alicia.

Con Mickey Mouse. Objetivo conseguido.

El tercer día nos dirigimos al puerto de Calais para pasar en ferry a Dover y de ahí parar durante una hora más o menos en Canterbury. De aquí no se me olvida la famosa catedral (no entré porque había que pagar bastante, cosa de la que me arrepiento.), que era impresionante desde fuera. También recuerdo las casas de estilo inglés en una calle de esas que salen en las películas. Y que había una tienda que se llamaba "nothing but the cat" y que tenían cosas para gatos.

Catedral de Canterbury.

Las casas típicas.

Con una cabina de teléfono roja. Misión cumplida.

De Canterbury fuimos directos a Londres. Allí estuvimos hasta el quinto día. Vimos la ciudad desde el autobús, igual que en París, y tuvimos tiempo libre para visitarlo. Vimos el mercado de Camdem Town y sus contrastes de gente, Picadilly Circus, el Museo nacional, Hyde Park, el Parlamento, la noria, el Big Ben, Buckingham Palace... e incluso tuvimos una desventura por decir algo en el barrio de Soho.
Los famosos acantilados blancos de Dover.

La travesía en el ferry.

London Eye, posiblemente la noria más conocida del mundo.

Picadilly Circus (y autobús rojo de doble planta incluido).

En Buckhigham Palace.

Cambio de guardia.

London Big Ben. Aquí tenía otra foto que misteriosamente desapareció de la cámara.

El sexto día hicimos de nuevo la travesía en ferry para llegar a Brujas, donde solo tuvimos una hora (y fue una pena porque mis amigas prefirieron ir de tiendas y sólo pasamos una hora viendo la ciudad). Me dió mucha rabia pasarme más tiempo en Bershka que viendo cosas. Pero por aquel entonces todavía no me atrevía a separarme de los grupos. Bueno, pues Brujas (o lo que ví yo) era precioso. Las chocolaterías de todo Bélgica se merecerían un párrafo. Y las casas en los canales...

Bruselas no me gustó tanto como Brujas, aunque la Grand Place era impresionante (me acuerdo que intenté poner la cámara de todas las maneras posibles pero era imposible abarcarla entera). Visitamos además el Atomium, el Maneken Pis y la zona del Parlamento Europeo y, por primera vez en el viaje, salí de fiesta (lo de Soho fue un mal intento). Casualidades de la vida, cumplía 18. Al final acabamos entrando todos en un bar un tanto "extraño" pero yo por si acaso, ya tenía 18.

La Grand Place de Bruselas.

Maneken Pis o "la escultura del muñeco meando".

El Sheraton de Bruselas... qué bien se durmió en aquellas camas.

En los canales de Brujas.

Una calle de Brujas atestada de gente.

En el famoso Atomium.

El último día llegamos a Vitoria no sin antes pasar la tarde en París.

Fue un buen viaje, aunque de las prisas siento que tengo que volver para conocer mejor los lugares en los que estuve (hubo momentos de "sacad la foto que nos vamos". Y ya se sabe que en los viajes en grupo, al final se acaba haciendo lo que el grupo quiere, que no es lo que uno quiera y una vez que vas a esos sitios, lo cierto es que a nadie le gusta sentir que está perdiendo el tiempo por eso de que "a saber cuándo volveré".

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